Su Excelencia, Estimado Secretario de Relaciones Exteriores, Señor Marcelo Ebrard Casaubon,

Estimados colegas y amigos,

Es un honor para mí dirigirme a ustedes con motivo de la conmemoración de los 75 años del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre Serbia y México, que este año celebraremos organizando varios eventos, tanto en Belgrado, como en la Ciudad de México.

Nuestros pueblos, a pesar de la distancia geográfica, comparten muchas similitudes, entre las cuales están, la dedicación a nuestra tradición, al mismo tiempo siguiendo el paso de la modernidad, así como también la cordialidad y hospitalidad, que nos hacen ser buenos anfitriones para todos.

Serbia y México basan su amistad de muchas décadas en su dedicación al derecho internacional y al respeto, entendimiento y apoyo mutuo.

Los más altos dignatarios de Serbia y México, en las pasadas décadas, siempre compartieron la voluntad de intercambiar sus miradas sobre los problemas actuales internacionales, listos para contribuir juntos, en la cooperación con la comunidad internacional, para encontrar soluciones. También, Serbia y México están unidos hoy en la batalla contra el COVID-19, intentando que no solamente nuestros ciudadanos, sino toda la humanidad, vuelvan cuanto antes a nuestras vidas normales, antes que nada, a través del acceso universal a las vacunas.   

Los ciudadanos de Serbia reconocen en México un gran y verdadero amigo. Siendo inquebrantable en su compromiso con el derecho internacional y con la Carta de las Naciones Unidas, México siempre estuvo del lado de Serbia, incluso en los momentos más difíciles. México no cerró su Embajada en Belgrado en los momentos de mayor tragedia y sufrimiento de los ciudadanos serbios. Tampoco cuestiona la inviolabilidad de soberanía e integridad territorial de Serbia, ofreciéndonos el apoyo consistente, que los ciudadanos de Serbia reconocen y altamente valoran, sintiendo por México una profunda gratitud y simpatía que no escondemos.    

Los ciudadanos de Serbia también tienen un gran interés por el patrimonio cultural histórico tan rico, y por las maravillas naturales de México. Con mucho gusto leemos a los grandes escritores que no son solamente mexicanos, sino pertenecen a todo el mundo – Juan Rulfo y Carlos Fuentes. Estamos conmovidos por el lirismo de las imágenes en movimiento de Emilio Fernández. Admiramos el espíritu inquebrantable y fuerte de las obras de Frida Calo. Disfrutamos los sabores de la cocina mexicana.
Quisiera decir a todos los ciudadanos de México que, si alguna vez vienen a visitar Serbia, lo que les espera aquí es una cálida bienvenida. Aquí pueden, entre otras cosas, conocer nuestro extraordinario patrimonio cultural e histórico, las bellezas únicas de nuestra naturaleza, así como también nuestra creatividad artística y en particular, los deportes, porque nuestros pueblos también comparten el amor al deporte.   

Serbia y México reconocen y seguirán reconociendo todas las potencialidades para la cooperación económica que, desafortunadamente, hasta el momento no están plenamente realizadas. Serbia y México pueden fortalecer su cooperación en muchas áreas. Quisiera enfatizar particularmente la cooperación entre ciudades y regiones, que ofrece a los ciudadanos las posibilidades del acercamiento más directo y mejor conocimiento de nuestras culturas. Novi Sad y Toluca son, creo, las primeras entre las ciudades hermanas de Serbia y México.    

Estoy convencido que la amistad entre nuestros estados y pueblos seguirá fuerte y que tendremos en breve la posibilidad de desear al Presidente Andrés Manuel López Obrador y a Ustedes, la más cordial bienvenida en Serbia. Permítanme que este mensaje acabe con las palabras: ¡Viva la amistad entre Serbia y México!